El pasado fin de semana, tuve el privilegio de asistir al Festival de Monólogos "Monologando Ando", un evento que se ha convertido en un referente en la escena teatral de Nueva York. Sin embargo, lo que vi allí fue más que un simple festival de teatro. Fue un reflejo de la condición humana, con todas sus virtudes y defectos.
La soledad y la desesperación
La primera noche del festival, la actriz Susana Yasan nos presentó una historia que nos dejó a todos con la boca abierta. Su actuación fue un reflejo de la soledad y la desesperación que muchos de nosotros sentimos en algún momento de nuestras vidas. Su capacidad para transmitir emociones y hacer que el público se sintiera conectado con ella fue impresionante.
La falta de responsabilidad y la prepotencia
Sin embargo, no todo fue perfecto en el festival. La actriz Maga Cedeño no se tomó el tiempo para informarnos de su ausencia, lo que causó problemas en la organización del festival. Esto fue un reflejo de la falta de responsabilidad y la prepotencia que algunos artistas pueden tener. Es importante recordar que el teatro es un trabajo en equipo y que la falta de responsabilidad de uno puede afectar a todos. El director del monólogo de Maga solo busca criticar y calumnias a los que organizan premios diciendo por esa boca toda difamación para los que entregan premios, esto es una locura, y creo que jurídicamente puede verse afectado tanto el como Yunior Ventura, pero ese es otro tema amigos.
La inasistencia de la actriz que participó con el monólogo “Decir adiós “ debió de ir a alguna función y darse a conocer. Esto es importante, se presentó y no volvió al teatro.
solidaridad y la colaboración
Afortunadamente, no todos los artistas que participaron en el festival compartían la misma actitud. La actriz Yamira Ledesma, por ejemplo, es un ejemplo de cómo se puede apoyar a los proyectos teatrales de manera efectiva. Su compromiso con el festival y su disposición a ayudar en lo que fuera necesario fueron inspiradoras.
La importancia del teatro en nuestra sociedad
El Festival de Monólogos "Monologando Ando" fue un recordatorio de la importancia del teatro en nuestra sociedad. El teatro tiene el poder de conectar a las personas, de hacer que se sientan conectadas con algo más grande que ellas mismas. También tiene el poder de hacer que las personas se sientan cómodas con su propia vulnerabilidad, de hacer que se sientan conectadas con sus propias emociones.
En resumen, el Festival de Monólogos "Monologando Ando" fue un evento que me hizo reflexionar sobre la condición humana. Me recordó la importancia del teatro en nuestra sociedad y la necesidad de solidaridad y colaboración entre los artistas. También me hizo reflexionar sobre la falta de responsabilidad y la prepotencia que algunos artistas pueden tener. Espero que en el futuro, podamos ver más proyectos teatrales que promuevan la colaboración y la solidaridad entre los miembros de la comunidad teatral.
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